Isabel V.//**//
Bebemos un resto de champán bajo el edredón.
Pongo ese viejo disco de jazz que tanto te gusta.
- Ya no se oyen los malditos cláxones.
- ¿Me sigues queriendo después de tanto tiempo?
Suena el teléfono, contestas:
- ... Imposible, estaré reunido todo el día...
Nos reímos a carcajadas hasta caer de la cama,
me miras con ternura, nos besamos.
Atrincherados en nuestra habitación
nos burlamos del resto del mundo
haciendo que este lunes que recién empieza
sea un día perfecto.
Perfecto es ir por una carretera solitaria sin destino ni rumbo fijo, el insomnio previo a un viaje, un reencuentro inesperado, un día en família, comerme una tableta de chocolate y comprobar que peso dos kilos menos en mi báscula, la eterna combinación: charla+café+cigarrillo con una amiga especial, la ilusión por un nuevo proyecto y hacerlo realidad......momentos...miles de momentos... No creo en el día perfecto..... pero sí en los momentos que hacen que mi día sea perfecto....
Laura F.//**//
ternurainfinita.blogspot.com
Puesto que llegar a lo perfecto es perfectamente improbable, y que normalmente las cosas planeadas suelen torcerse y volverse en contra de uno, me uno a a la liga de los que creen en lo Inesperado. Imperfectos días en el que la rueda de momentos me ofrezca posibilidades infinitas, de leer, soñar, hablar, reir, amar, querer, escuchar, todas esas sensaciones que juntas forman un coktail delicioso que engrandece el espíritu. No tengo necesidad de abarcar grandes y extensas aspiraciones que más bien se encuentran en las nubes. Necesito simplemente que parte de mi día perfecto improbable este esperándome en la mesita de noche en forma de libro. O en la conversación con una buena amiga, o en una pizza con doble de mozzarella el viernes por la noche. O en forma de playa y luna llena con estrellas incluidas y amor al lado... Y todo mucho mejor si no es algo preparado. ¿Para qué más? Digo yo. Todo lo posible y lo probable se encuentra a nuestro alcance, pero a veces la alineación estelar se pone de acuerdo con nuestro ángel de la guarda para hacernos vivir momentos inolvidables que convierten lo inesperado en un día saboreado y exprimido desde el minuto 1. Un día en el que tu alma conecta con el universo y sientes ese elixir tan ansiado por todos llamado felicidad...
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