viernes, 7 de octubre de 2011

MUERTE //**// o el principio de otra vida //**//

Isabel V.//**//

                                  claude monet



Un rincón de verdor en donde un río canta
colgando sus jirones plateados en la hierba;
donde el sol reluce orgulloso desde la montaña.
Es un pequeño valle que riela de luz.

Boquiabierto, cabeza desnuda, un soldado duerme
con la nuca bañada por el fresco berro azul;
bajo las nubes tendido sobre la hierba,
pálido, donde llueve la luz.

Duerme con los pies en los gladiolos, sonriendo
como sonreiría un niño enfermo. Dormir quiere,
Naturaleza, acúnale con calor: tiene frío.

Ya los perfumes no conmueven su olfato.
Tranquilo, duerme al sol, con una mano en el pecho;
dos orificios rojos en su costado derecho.

Arthur RIMBAUD 
El durmiente del valle







Jenny G.//**//

Me pregunto porqué perdemos el tiempo en no vivir... en no aprovechar cada momento, cada instante, cada segundo, cada pequeña cosa que va sucediendo en nuestras vidas. En algún momento se detiene el reloj... sí, el de los latidos, el motor que hace que sientas cada bocanada de aire dentro de tus pulmones... el que te hace suspirar y sentir... me pregunto porqué perdemos tanto tiempo en lamentarnos, en querer ser infelices, en desear lo que no tenemos. Si supiéramos cuánto tiempo tenemos de vida, viviríamos al máximo, exprimiríamos cada beso, cada abrazo, cada detalle, no remilgaríamos en los te quieros, miraríamos la vida de otro color, no en color de rosa, no, sinó de color púrpura, azul mar  o verde esperanza... ya que ella siempre va rozando nuestra mano, susurrando a nuestro oido, incondicional... tiene esa hermosura fría, ese misterio que nos asusta, ese secreto que nunca nadie ha logrado descubrir, esa incertudimbre, que debería obligarnos a vivir cada día como si fuera el último...





Laura F. //**//

 


Tengo miedo cuando te nombro, o te nombran. No es miedo a ti, si no cómo llegamos. Me invaden imágenes insustanciales que me atormentan y me dejan sin aliento. Me recorre un escalofrío y no puedo dejar de sentir angustia en cada poro de mi piel. No eres algo bueno, ni tan poco malo, solo eres. Irónicamente, sólo tú quedarás latente. El tormento y la idiosincrasia tan fuerte de tu nombre. Todo lo que representas. La posibilidad del olvido y la lejanía de los recuerdos que dejas a tu paso. En todo momento sé que estás ahí, esperando el día, aunque no soy capaz de idealizarte de otra forma que como algo siniestro y oscuro. Incertidumbre de no poder saber, de no poder comprender porqué elijes ciertas formas para presentarte ante nosotros. Eres inevitable, lo sé. Para llegar a la eternidad primero tenemos que cruzarnos contigo...


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